Casa nueva…

Las últimas semanas, y meses, me ha sido muy difícil escribir acá y decir lo que pienso, lo que siento, lo que creo, lo que me pasa o lo que me imagino que pasa. Han cambiado muchas cosa en mi vida (para bien): tengo más trabajo que antes, menos tiempo, me mudé, me casé y voy a ser papá.

Decir que estoy feliz, emocionado, ansioso, es poco. Es todo eso y es mucho más. Vivo con la mujer que amo (y es inevitable extrañar a la familia de uno mismo), estamos aprendiendo cada día a ser una familia más feliz cada día. Cada día que me despierto pienso antes que en nada más, en dos cosas: en nuestro futuro hijo y en mi esposa, Patty. Si estarán bien, si necesitarán algo y se los podré dar, si será todo fácil o si será difícil o si habrá imposibles. Pienso en eso y en mucho más.

Cada día, cada instante, cada hora en que pienso en cómo mi vida ha cambiado en los últimos meses no hago más que sonreír. Es tan fácil ser feliz, pienso, y es tan fácil no serlo. La respuesta para esto está en uno mismo, en decidirse a serlo, en pensarlo y en conseguirlo. En descubrir la forma de hacerlo y de lograrlo. Pienso en todo lo que hicimos para, primero, casarnos, los amigos que nos ayudaron (Dayhana y Marko) con los preparativos y con los trámites, el apoyo de nuestra familias y amistades, el deseo de hacerlo y de mudarnos juntos.

Hace unos meses, a principios de este año, ya habíamos pensado en hacerlo, pero una mañana de pronto decidimos hacerlo ya y acá estamos. felices y contentos. Fue difícil y complicado y acá estamos. Amándonos y demostrándonos  lo que sentimos en cada cosa que hacemos pensando en el otro. Y en nuestro futuro hijo, que aún no sabemos si será niño o niña. Con esto pasa algo muy gracioso en nuestras familias, por mi parte la mía desea que sea niña, pues vengo de un hogar donde fuimos (y somos) cuatro hermanos. Y por el lado de Patty esperan (aunque no lo digan) una niña, pues ella tiene una hermana, y en su familia son mayoritariamente mujeres. Nosotros esperamos que sea lo que Dios decida que sea (aunque en pocos días lo descubriremos gracias a las maravillas de la modernidad y del 4D), y hemos decidido qué nombres ponerles, y que no los digo para que nadie nos arruine la fiesta.

Ahora, que, pensando y reflexionando más en lo que me lleva a escribir esto, puedo decir que cuando deseen algo de verdad, cuando sientan que saben lo que quieren no duden en arriesgarse para lograrlo. Las cosas salen mal porque uno piensa y teme que saldrán mal, las cosas fallan porque uno no sabe llevarlas o se deja llevar por ellas. Jamás dudé de casarme, de ser padre de esta vida que está creciendo día a día en el vientre de la mujer que amo, jamás dudamos de eso y acá estamos, listos para recibirlo y para abrazarlo, cuidarlo y para amarlo, paras darle lo que necesite y lo que quiera. Que sea como el rey sol, como la reina luna: siempre adelante de todo en nuestras vidas, primero en las metas y primera en todo.

Ser padre (que aún no lo soy) es algo que he querido desde hace muchos años, desde que caí en la cuenta de que me realmente me había enamorado de Patty. Siempre pensé en unir mi vida a la de ella y hacer la familia que ambos ya deseábamos. Ser padre o estar camino a serlo es una experiencia maravillosa, ver cada día como crece el vientre que lo alberga. Ver la ecografía y descubrir que está quietecito pero que al oír mi voz se mueve, descubrir sus manitos, que el médico diga que está sano… son sentimientos que me han embargado hasta el borde de las lágrimas, y eso me hace feliz, me hace desear seguir siendo por todo el tiempo que sea necesario y ver cómo crecerá, cómo dirá sus primeras palabras, dará sus primeros pasos, sus tropiezos y triunfos. Me dan ganas inmensas de enseñarle a ser mejores personas de lo que sus papás somos. crecer con nuestro hij@ y envejecer al lado de mi esposa (aún no me acostumbro a decir «mi esposa»).

Si pudiera describir en pocas palabras lo que siento y lo que estoy viviendo usaría las palabras felicidad, satisfacción, esperanza, paz, armonía, emoción, ternura y amor. Y si tuviera que decir más, solo diría, más amor y más alegría y más emoción.

Recién casados.

Acerca de Omar Olivares
Me gusta leer en todo lugar en el que puedo estar sentado o echado. Me encantan los cuentos cortos y más aún los relatos. Abordo con cautela cualquier novela.

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